Por: Patricio Pereyra
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Calificación: ★★★
Partir de que un dramón y/o culebrón siempre es bienvenido a la cartelera porteña es una pauta interesante. En este caso, Partir, es el particular relato de un amor marcado por la brecha social de la fatalidad… de personajes claramente afectados por sentimientos encontrados y desencontrados, totalmente trastornados.
Partir cuenta la historia de Suzanne (Kristin Scott Thomas), una esposa burguesa hacendada en el sur de Francia, con un matrimonio aparentemente feliz pero bastante afectado por la rutina. Una esposa insatisfecha que decide reanudar su trabajo como kinesioterapeuta y así convence a su marido Samuel (Yvan Attal) de instalar un gabinete. En medio de la construcción conoce a Iván (Sergi López), un ex presidiario devenido en albañil, por el que perderá la cabeza.
La historia, que se lleva adelante en el sur de Francia, trillada pero efectiva bajo el sustento de excelentes actuaciones y una dirección sumamente prolija, que logra el golpe de efecto adecuado, en el momento indicado. Una película de personas de mediana edad, punto en lo que puede destacar su originalidad. Repito: no mucho más pero que solo eso lo hace nteresante.
Dirección: Catherine Corsini.
País: Francia.
Año: 2009.
Duración: 85 min.
Género: Drama.
Interpretación: Kristin Scott Thomas (Suzanne), Sergi López (Iván), Yvan Attal (Samuel), Bernard Blancan (Rémi), Aladin Reibel (Dubreuil), Alexandre Vidal (David), Daisy Broom (Marion), Berta Esquirol (Berta), Gérard Lartigau (Lagache). Guión: Catherine Corsini; con la colaboración de Gaëlle Macé.
Producción: Fabienne Vonier.
Fotografía: Agnès Godard.
Montaje: Simon Jacquet.
Diseño de producción: Laurent Ott.
Vestuario: Anne Schotte
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