Por: Patricia Relats
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Imagínense que perdieron todo en el mundo y que sienten que si llega la muerte, no pasa nada. Si a eso le suman que sobreviven a un accidente aéreo en el medio de la nieve en Alaska, que nadie los está buscando y que una manada de lobos está asechando, la cosa termina de complicarse. Pero nada va a hacer que Ottaway (Liam Neeson) se quede sentado esperando a que venga la muerte.
Mientras que la pantalla parece de una constante ventisca, cada vez que vemos un humo blanco sabemos que hay aliento vivo. En este caso, hay unos cuantos lobitos dispuestos a llevarse a los pocos sobrevivientes.
El suspenso se va creando mientras el grupo se fortalece. De repente, es una manada contra la otra y un líder contra el otro. Las relaciones se van definiendo y mientras empezamos sin saber siquiera sus nombres, los lazos entre los hombres se irán creando frente a nosotros y en busca de una hoguera.
El director, Joe Carnahan, se hizo cargo de este guión tan bien pensado que hasta zanja la similitud con “Viven” cuando uno de los personajes lo menciona en una de las primeras escenas post accidente. Además, hace que casi todo el relato caiga en los hombros de Neeson y esto funciona muy bien ya que sabemos de sobra las capacidades actorales de este enorme irlandés.
El planteo de la situación y cómo va articulándose el grupo a partir de la amenaza da para mucho debate y están bien dibujados los momentos. Tal vez, como casi todo el cine americano, subraya demasiado algunos temas, pero el resultado final sigue siendo bueno.
La verdad, cada vez que vea el humito blanco del aliento, voy a pensar en estos lobos…
Ficha técnica
Dirección: Joe Carnahan.
Interpretación: Liam Neeson (Ottway), Dermot Mulroney (Talget), Frank Grillo (Diaz), Joe Anderson (Flannery), James Badge Dale (Lewenden), Dallas Roberts (Henrick), Nonso Anozie (Burke), Ben Bray (Hernandez).
Guion: Joe Carnahan y Ian Mackenzie Jeffers; basado en el relato corto “Ghost walker”, de Ian Mackenzie Jeffers.
Producción: Joe Carnahan, Jules Daly, Ridley Scott y Mickey Lidell.
Música: Marc Streitenfeld.
Fotografía: Masanobu Takayanagi.
Montaje: Roger Barton y Joseph Jett Sally.
Diseño de producción: John Willett.
Vestuario: Courtney Daniel.
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