Calificación: ★★★
Agnès Varda está cumpliendo 80 años y tiene la necesidad de contar y retratar su vida en una cinta cinematográfica, lo que significa mucho para ella que vivió para grabarlas e imprimir en éstas historias. Su legado, sus viajes, su familia, el cine, su pasión, todo entrelazado como en un sueño en blanco y negro, a color, movido, borroso, pero estático en su memoria como si fuera hoy todo aquello de hace años. Dijo algo así como: “Si el presente al instante se convierte en pasado, entonces mejor retratarlo”. Claro está que no quiso perder un instante en su vida que se le fuera de las manos y así fue que tiene grabaciones e imágenes de gran parte de su historia, como si hubieran sido hechas con el fin de algún día hacer una suerte de documental biográfico, y acá está. A pesar de que esta vez Agnès es protagonista real, no tiene que jugar el papel de ningún personaje sino de ella misma, pareciera que lo cuenta en tercera persona, con frialdad. Será la frialdad europea, por el agua fría del mar, por falta de afecto, no sé. Se muestra mucho de su obra pero poco de sus sentimientos. Varda logra esconder su sentir en imágenes impregnadas por una belleza extraña y nosotros, los espectadores, quedamos buscando lo que ocultan.
Otras críticas a “Las playas de Agnès”:
http://www.todaslascriticas.com.ar/pelicula/las-playas-de-agnes
http://www.escribiendocine.com/peliculas/las-playas-de-agnes
No hay comentarios:
Publicar un comentario