Por: David Pessacg
criticunder@ymail.com
Calificación:★★★★
Este pequeño relato que cuenta la amistad vía carta entre una niña australiana de 7 años y un anciano estadounidense, logra deslizarnos lentamente a una penetrante historia, cargada de amor y emoción. Con una precaria animación, hecha de personajes de plastilina, con escasa variedad de movimientos y articulaciones, este film lo tiene todo. Abunda en un guión tan embebido de valores, humanidad, miedo y afectos que no necesita recurrir a la fácil (no tanto, y muy costosa) tarea de destacarse por la resolución de su imagen, sus efectos, o sus muchas dimensiones. El verdadero acierto del director es tener conciencia de la magnitud de su relato, para así no caer en los estereotipos usados, ni en los recursos explotados por la mayoría. Un gran relato, sólo necesita ser bien contado, y aquí eso queda plasmado. Elliot no necesita de avatares ni de alicias, ya que su historia contiene esencia propia, un sentido independiente de su imagen, un verdadero mensaje emancipado de espejitos de colores. Quizá este sea uno de los grandes pilares del festival, y quizá también sea una lección a aprender, que no todo lo bueno viene con un combo de pochoclos.
Otras críticas a Mary and Max:
criticunder@ymail.com
Calificación:★★★★
Este pequeño relato que cuenta la amistad vía carta entre una niña australiana de 7 años y un anciano estadounidense, logra deslizarnos lentamente a una penetrante historia, cargada de amor y emoción. Con una precaria animación, hecha de personajes de plastilina, con escasa variedad de movimientos y articulaciones, este film lo tiene todo. Abunda en un guión tan embebido de valores, humanidad, miedo y afectos que no necesita recurrir a la fácil (no tanto, y muy costosa) tarea de destacarse por la resolución de su imagen, sus efectos, o sus muchas dimensiones. El verdadero acierto del director es tener conciencia de la magnitud de su relato, para así no caer en los estereotipos usados, ni en los recursos explotados por la mayoría. Un gran relato, sólo necesita ser bien contado, y aquí eso queda plasmado. Elliot no necesita de avatares ni de alicias, ya que su historia contiene esencia propia, un sentido independiente de su imagen, un verdadero mensaje emancipado de espejitos de colores. Quizá este sea uno de los grandes pilares del festival, y quizá también sea una lección a aprender, que no todo lo bueno viene con un combo de pochoclos.
Otras críticas a Mary and Max:
INTÉRPRETES: Toni Collette, Philip Seymour Hoffman, Eric Bana, Barry Humphries, Bethany Whitmore GUIÓN: Adam Elliot FOTOGRAFÍA: Gerald Thompson MONTAJE: Bill Murphy PRODUCCIÓN: Melanie Coombs
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