Por: David Pessacg
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Calificación:★★★1/2
Esta ópera prima de la joven directora catalana, Mar Coll, nos trae a escena nuevamente el rótulo de drama familiar. En esta ocasión, la autora y directora presenta la intrincada historia que se desata a partir de la muerte del abuelo, dentro de la familia de una ex estudiante de ingeniería. Ella retorna a su lugar de origen para presenciar el hecho, y el gran reencuentro familiar deja florecer antiguas peleas, conflictos y desacuerdos entre los hermanos. La relación de la joven con sus primos, tras un tiempo sin verlos, se refleja en viejos y buenos recuerdos vividos en su infancia. Pero la actualidad es otra, esta muerte parece no tener tanta importancia para muchos miembros de la familia y traerá nuevos conflictos de patriarcado entre los hermanos. Coll presenta con naturalidad un gran melodrama de familia, donde elige cada momento con la perspicaz visión de respetar la línea de comportamientos que cada personaje aparenta tener en el principio del film. “A veces te olvidas que hay cosas que no son para siempre”, resume el sufrimiento de uno de los hijos. Pero no solo el personaje protagónico, sino la familia entera termina por hacer oídos sordos a lo sucedido, dejando simplemente que todo pase. Allí sucede el sugestivo cambio de actitud de la joven, que al verse acechada por una gran depresión, opta por tomar la decisión de volver a su antigua casa, con su familia ya repuesta. Cada clima creado por la directora ahonda aun más en el objetivo de su guión, consiguiendo llevar al espectador al verdadero sentir del actor, y trasladándolo a la tensión vivida en esta nueva reunión familiar, después de tantos años.
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