Por: Rodrigo Chavero
Vemos poco cine alemán, por ende cuando un estreno de esta geografía llega a nuestras salas, hay que prestarle atención. En este caso, celebramos el arribo de “Schlafkrankheit”(El mal del sueño) con entusiasmo: Ulrich Kohler es una de las promesas germanas y en este trabajo reafirma todas las condiciones que le vimos en sus tres largos anteriores (de los cuales en Argentina solo se vio “Bungalow”, en BAFICI 2002). Comprometido con la reflexión sobre escenarios hostiles y la manera en que los sujetos los abordan, Kohler es un realizador prolijo que construye pacientemente sus dramas, tomándose todo el tiempo necesario para desplegar sus sensaciones. Tiene claro el fin que persigue y cada film tiene un sello particular, sin dudas.
“El mal del sueño” es un drama encerrado en un envase flexible que le permite generar emociones y agudas impresiones políticas al mismo nivel. Una cinta que muestra la marca indeleble con la que algunas regiones tiñen a sus habitantes, sean transitorios o no.
La historia tiene lugar en Camerún. Allí conoceremos a Ebbo (Pierre Bokma), médico que dirige un programa que se dedica a combatir la pandemia provocada por la enfermedad “del sueño”. Lleva muchos años en Africa, aunque su familia vive en Alemania. Su esposa y su hija lo visitan en su tarea cada tanto pero parece no ser suficiente para sostener lo vincular: su esposa le pide que regrese a su tierra, abandonando el continente negro.
Lo cierto es que Ebbo está muy adaptado y mimetizado con la vida en ese lugar, y si bien en esencia él es europeo, posee muchas contradicciones para resolver la dirección que debe tomar a esta altura de los acontecimientos. Mientras Ebbo intenta resolver la cuestión, aparece en escena un fiscalizador de la OMS para auditar el programa y ver el estado de los campamentos de enfermos que el administra: Alex (Jean-Christophe Folly), parisino hijo de congoleños debutante en misión con esta asignatura, se sorprende bastante al ver el momento que su sujeto de análisis está en crisis.
Los tiempos se agotan y ambos hombres deberán decidir cómo resolver sus preocupaciones, intentando transmitirle al otro, rudimentariamente, lo que sienten en contexto.
El director conoce del tema (la asistencia sanitaria y los periódicos informes que deben completarse para sostener el flujo de dinero ingresante), y aquí enlaza lo humano, de estos sujetos en contradicción, con un marco político y cultural rico en matices, que se degusta con sereno entusiasmo.
“El mal del sueño” es buen cine, sólido por donde lo mires. Quizás busque a su espectador, ya que no es un film pródigo o generoso en los valores imperantes en estos tiempos (no es veloz, ni sangriento aunque su violencia se respira en cada fotograma), pero su relato es directo, honesto y claro. Nota aparte para la manera en la que Kohler muestra Africa, lejos de los paisajes clásicos y más cerca de lo selvático.
En definitiva, una muy interesante propuesta si lo suyo es cine europeo.
Ficha técnica
Dirección y Guión: Ulrich Kohler
Fotografía: Patrick Orth
Edición: Eva Konnemann, Katharina Wartena
Sonido: Tobias Peper, Julien Sicart
Vestuario: Birgit Kilian
Elenco: Pierre Bokma, Pierre Bokma, Jean-Christophe Folly, Jenny Schily, Hippolyte Girardot, Maria Elise Miller, Francis Noukiatchom, Ali Mvonda Roland, Isacar Yinkou, Sava Lolov
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